Recalculando o el espíritu de la improvisación.

La calculadora de toda la vida.

Recalcular es el proceso mediante el cual una persona vuelve a hacer cálculos sobre unos cálculos ya hechos o sobre un plan ya pre establecido. También se recalcula cuando no haces ni puñetero caso al navegador de tu coche, <<Salida a 100 metros a la derecha>> te dice el navegador con esa voz robotizada tan característica, si te pasas de la salida te constesta <<Recalculando... recalculando ... >>, de ahí que halla escogido esa palabra para esta entrada. Sí, también tienes razón, se puede recalcular con la calculadora aunque para lo que nos pasa en la vida no es necesario este artilugio, por cierto, la palabra no está en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, curioso verdad.

Es un hecho que siempre hacemos planes para mañana desde los más cotidianos hasta los más inusuales pero está claro que la vida es una caja de sorpresas o de bombones como dijo <<Forrest Gump>> en su magnífica película del mismo título, no sabes cual te va a tocar. Hacemos planes todos los días a corto y a largo plazo creyendo que todo lo que proyectamos en nuestra mente llegará a realizarse. Existen muchos imprevistos que nos hacen recalcular ese plan que tanto habíamos hecho con gran esmero, puede pasar cualquier cosa como por ejemplo el típico pinchazo en carretera siguiendo con el ejemplo del navegador. Cuando surgen estas cosas se asoma la improvisación, el saber salir de estas situaciones, la inteligencia de la persona e incluso su experiencia. Si escucháis alguna vez por ahí que alguien dice tener el plan perfecto el cual no deja nada a la improvisación, ¡SOSPECHA! No existe el plan perfecto, ¡no, nunca! Como no existe el crimen perfecto, ni la pareja perfecta y bueno por no seguir.

La improvisación no es mala per se, sí ya sé que me repito con los latinajos pero es que me encanta, je, je, siempre ocurren imprevistos del tipo que sea o por inexperiencia haces planes que crees que van a salir relativamente a corto plazo y te ves necesitando más tiempo, trabajo, experiencia o las tres cosas como es lo que planifiqué hace unos meses. Hace unas entradas expuse ciertos proyectos que tenía previsto realizar pero veo que tengo que recalcular de nuevo todo éso ya que creo que voy a necesitar más tiempo del que pensaba para poder andar ese camino, no me voy a repetir en contaros esos proyectos, buscarlos en el blog que para eso he colocado un buscador en la cabecera de la entrada de la página principal, comentar que un exceso de improvisación supone un trabajo mal planificado, todo ha de estar en su justa medida.  

Continuando con el tema, las cosas no se están desarrollando según el plan previsto, me estoy encontrando con otras opciones que no esperaba, bienvenidas sean, que van en detrimento de las opciones iniciales, lo cual me hace pensar que probablemente me halla confundido en la planificación y simplemente esté desarrollando el trabajo sobre la marcha, falta de experiencia y falta de referencias ya que no encuentro a nadie que me comente el camino a seguir. Hace años, muchos años leí una frase en una novela <<El hombre propone y Dios dispone>>, creo que esta frase resume mi sentir en estos momentos ya que por muchas ideas que se tengan en la cabeza debemos saber cuando podemos realizarlas. 

La frustración, la impotencia, el cabreo me invade ya que he pecado de falta de experiencia y de amplitud de miras, no renuncio a ninguno de los proyectos que tengo en la cabeza pero creo que me voy a dejar llevar por la improvisación, cuando en esta cabecita que tengo sobre los hombros me indique el camino me lanzaré a por ello. Creo que tengo que expandirme bastante más antes de lanzarme a por esos planes, mientras tanto iré improvisando sobre la marcha lo que vaya haciendo como ya he mencionado.

La vida no se puede planificar aunque no nos lo creamos existe más improvisación de la que pensamos, <<No hagas planes más allá de esta noche>>, esta frase puede ser un ejemplo para encauzar estos y otros problemas de este pelo. La frase no es de corte occidental, es más típica de las culturas orientales donde la vida es algo más pausada que la nuestra, creo que debemos de aprender de otras culturas y no dejarnos llevar por esta vida de prisas, planificaciones y exigencias, tener proyectos está bien pero debemos hacerlo con mesura y tranquilidad, supongo que todo esto tiene que ver con la experiencia y las referencias que uno debe de tener que en mi caso escasean.

Bueno, esto es todo por hoy. Hasta otro rato, seguiremos viviendo.

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